Hace mucho tiempo en una versión muy lejana de PHP el código se organizaba en forma de plato de pasta. Esto era antes de que la luz derrotase al lado oscuro y nuestro más preciado lenguaje de programación decidiera implementar de forma decente la programación orientada a objetos. En ese momento las fuerzas rebeldes decidieron unir sus fuerzas para competir de tú a tú con las fuerzas oponentes, cogiendo de éstos algunas muy buenas ideas y buenas prácticas. Nacen composer y los frameworks modernos desarrollados para PHP que iluminan nuestro día a día.
Los frameworks no dejan de ser una forma de trabajar, tener a nuestra disposición una serie de herramientas a las que recurrimos una y otra vez para llegar de forma organizada y clara a nuestro objetivo, en este caso que tu idea se convierta en tu web. Pero claro llegó el momento de tomar una decisión, ¿que framework utilizar?, como no podía ser de otra manera aparecieron muchas opciones, el tiempo descartó a muchos y con el paso de los años han quedado unos pocos, todos ellos muy válidos, muy potentes, con mucha comunidad detrás,... ok y ahora ¿cómo lo integramos todo? Para eso aparece composer, un gestor de paquetes y dependencias que nos hace la vida mucho más facil. Los programadores que nos dedicamos al desarrollo web, y que seguimos las buenas prácticas (cuando nos dejan) podemos compartir, reutilizar, mejorar nuestros paquetes mediante líneas de comandos. Lo reconozco me siento un poco hacker cuando abro el terminal.
¿Y los pandas rojos? Pues bien de entre los frameworks, en 2011 el gran Jedi Taylor Otwell aparece con Laravel, en mi opinión el framework con más índice de Midiclorianos de los existentes. Nace con el objetivo de que el código sea limpio, claro y sobretodo conciso, todo tiene un sitio, todo es flexible,... y no se corta a la hora de utilizar paquetes (recordáis el composer) de los otros frameworks, vamos magia! Hace unos años que decidimos adoptar a Laravel como si de nuestro teclado hubiera salido. Su slogan es claro “somos artesanos”, su mascota ya no es un elefante, es un “panda rojo”.
Laravel nos permite hacer que nuestras aplicaciones sean flexibles, que tu idea no tenga límites tecnológicos. ¿Qué necesitas? Nosotros lo programamos a medida para que todo click tenga que ver con tu idea, que tus clientes y usuarios sientan la fuerza, que sientan que no están en una lata pre-cocinada. Y esto se consigue con la tecnología, con el diseño, con la analítica, con la experiencia de usuario... Laravel nos ayuda a conseguirlo.
Soy un anfibic, soy un artesano, soy un panda rojo, estoy del lado lumininoso de la fuerza!
Y sí, también me flipo con facilidad :P
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